Nuestras historias nos pertenecen.
Pero el mundo está lleno
de historias como “las nuestras”.
Las creemos únicas;
pero la humanidad está llena
de historias “únicas”.
Somos irrepetibles
como todos los existentes.
Lo que creemos de nosotros
está en nosotros;
como lo que creen otros
está en ellos.
Suponernos únicos e irrepetibles,
sin reconocer, asumir ni respetar
que todos somos así,
es el inicio de separaciones y agresiones.
Si aceptamos que siendo diversos,
no somos únicos,
damos inicio a la comprensión comunitaria!
Pensando “en nosotros mismos”
nunca podremos descubrir
que hay otros
que son como son…
Tenemos que animarnos a contemplar la vida,
la historia o las posibilidades de ser
desde otras perspectivas.
Si ejercitamos ese modo de valorar
la diversidad de los seres humanos,
seguramente iremos cambiando
para mejor y más conciliadamente…
Expandiremos nuestro espíritu
aprendiendo más y escuchando más;
y en ello nos hacemos mejores!!!
07 de Febrero de 2018
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