lunes, 28 de enero de 2019

PERCIBIRNOS COMO ALGO MÁS


Hay momentos
en los que pareciera
que se vacía nuestro interior
y lo que vivimos todos los días,
queda lejano, ausente y suspendido,
sin importarnos qué sucederá…

Es como si no tuviéramos historia.
Estar solos en el universo
sin conexión con cosa alguna
y sin embargo no nos asusta el estado.

En esos momentos
sólo estamos nosotros ante nosotros
levitando en la inmensidad.
Nos parecen extraños al inicio,
pero luego son vivibles sin emoción alguna…

Nos desconectan de todo lo diario
y nos dejan prístinos por un momento
e incontaminados.

Nos percibimos como “algo más”
entre “los algo más” del universo
que no tienen nombre ni historia…
Un silencio cobijante…

Luego, de a poco, aparece todo aquello
que cargamos sobre nuestros hombros
todos los días…

Volvemos “a la normalidad”…
pero miramos con nostalgia el instante aquél
en que vivíamos como “algo más”
entre los sin nombres del universo.

¡Es que eso somos!
Pero cuando nuestra mente se llena
de la conciencia, del pasado acumulado
y del futuro proyectado,
nos aturdimos en la danza diaria
del frenesí social
y de nuestras ambiciones.

No podemos estar siempre
en el “algo más” sin nombre,
pero tampoco dejarnos atrapar
por la vorágine de aquello que nos aturde
y nos asfixia…

Lo maravilloso de estas vivencias
es que cuando volvemos a “la normalidad”
visualizamos la vida de otra manera
y nos relajamos al descubrir
lo transitorio y efímero
de todas nuestras ansiedades,
anhelos, pesares y caídas.

25 de Enero de 2019

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