Y llega un día en el que
dejamos de hacernos preguntas
y nos entregamos a que todo fluya…
Llega:
¡No porque hubiésemos encontrado
las respuestas,
sino porque dejamos en suspenso
los interrogantes que nos hacíamos!
Ya no importa tanto sobre “saber de la vida”,
puesto que hoy estamos “ofrecidos a ella”
dejando que actúe en nosotros espontáneamente
y nos sorprenda…
¿Es aventurada esta postura?
Tal vez sí!
Pero con los años aprendemos
que podemos hallar el camino,
si con mente abierta y el corazón calmado,
nos disponemos a marchar…
Estamos en la gran casa del universo
y nos movemos siempre en ella
en comunidad, en familia, en grupos
y en los silencios...
Lo hacemos junto a todo lo que existe
llevados como una frágil hoja
que arrastra el arroyo,
entre corridas y remansos!
Siempre somos en casa!
Y si le quitamos preguntas,
suposiciones, temores y prejuicios…
podemos mecernos serenos
en los brazos del universo y la vida!
¡SOMOS EN PAZ!
8 de Agosto de 2018
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