Todo se detiene
cuando un ser amado nos estremece
al acogernos “sólo porque sí”...
Cuando en el encuentro del amor,
y descansando uno en otro,
nos entregamos sin dar ni esperar….
¡Entonces aparece lo milagroso!
Al abandonarnos al momento mágico
para dejar que ocurra lo que surgiera
y relajarnos serenos
a lo que resultare…:
siempre nos hace crecer!
Nos hace estremecer
y calmadamente nos miramos a los ojos
sin sombras ni dudas…
La paz de un encuentro pleno
que nos cobija,
sin contemplar nuestros atributos
o carencias,
no tiene comparación!
Lo individual se desvanece
y nos entrelazamos en una energía
que nos envuelve,
nos bate, nos mezcla
y nos hace un único ser
colmados de paz!
Para retornar luego a lo cotidiano
percibiendo que esta vivencia
ha sido un regalo de la vida
no prevista ni buscada…
que nos hace distintos,
porque es la vida en la vida
y no es extraño
que ello suceda!...
10 de Marzo de 2018
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